La primera vez que oí este cuento me lo leyó mi tía Lolita, a los pies de la cama de la clínica Dexeus donde me recuperaba convaleciente de esa operación en el labio que me dejó una «pequeña» cicatriz que casi ninguno os habreis dado cuenta que tengo 🙂
Era parte de una recopilación de cuentos tradicionales, ahora no sabría decir si rusos o chinos – y tampoco se aclaran mucho en internet- y decía así:
Había una vez un campesino, muy pobre, pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo: “¡Padre, qué desgracia, se nos ha ido el caballo, no podremos arar.”
“¿Por qué lo llamas desgracia?”- respondió el padre.- “¿Será para bien, será para mal? El tiempo lo dirá”…A los pocos días, el caballo regresó acompañado de una preciosa yegua salvaje. “¡Padre, qué suerte!” Exclamó el muchacho. “Nuestro caballo ha traído otro caballo más. Acabaremos las faenas antes y podremos descansar”“¿Por qué le llamas suerte?” Repuso el padre, “¿Será para bien, será para mal? El tiempo lo dirá”Unos días después, el muchacho quiso montar el caballo nuevo y éste no acostumbrado a un jinete, se encabritó y lo arrojó fuertemente al suelo.El muchacho se quebró una pierna. “¡Padre, ¡qué desgracia!“, “¡Me he quebrado la pierna! No podré ayudarte en la siembra y media cosecha se perderá“ El padre retomando su experiencia y sabiduría sentenció: “¿Será para bien, será para mal? El tiempo lo dirá”El muchacho nada convencido con la filosofía del padre, gimoteaba en su cama.Pocos días después, pasaron por la aldea los enviados del rey buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vieron en la casa del anciano a un joven entablillado y siguiendo de largo lo dejaron estar.
El joven por fin comprendió que ni la desgracia ni la fortuna son verdades absolutas, y hay que dejar que el tiempo dote a cada acontecimiento de su justo valor.»
A parte de lo mal que lo pasé con aquella primera lectura (la risa que me daba el será para bien será para mal, se convertía en llanto por lo doloroso de reir con 37 puntos cosiéndome la boca), siempre intento acordarme de él cuando los acontecimientos me desbordan. Y me encanta cuando mi tía Lolita, que ya supera los ochenta años, y yo nos buscamos con la mirada a veces y nos preguntamos ante la adversidad: ¿Será para bien, será para mal?
Hoy quiero dedicarle esta entrada a mis compañeros de Prisa BS.
Pase lo que pase mañana con la dichosa lista, pase lo que pase dentro de un mes con la negociación final…
Mucho ánimo, y buena suerte.
Y que sea el tiempo quien nos diga si suerte es estar «nominado» o no estar…
Pues eso mismo…ÁNIMO A TODOS!!! y ¿será para bien, será para mal? Sólo el tiempo lo dirá…Energía positiva para ti y todos tus compañeros de Prisa e intentad descansar esta noche…
Muchísimas gracias Japicuin! 🙂
Doris Day cantaba en "el hombre que sabía demasiado"
Que Sera, Sera,
Whatever will be, will be
The future's not ours, to see
Que Sera, Sera
What will be, will be
[…] Un cuento leído en el momento oportuno alivia la carga que llevamos dentro y puede darnos luz donde solo vemos oscuridad. Eso mismo fue lo que me pasó con este cuento chino. […]