«La mejor edad para valorar a un hermano es ahora». (Autor desconocido)
Hay tantas frases hechas en referencia a los hermanos…
Y, sin embargo,
Yo hoy me quedo con la palabra no dicha porque con una mirada basta.
Con las risas anticipadas al contar por vigésima cuarta vez el mismo chiste o la misma anécdota.
Con la burla despiadada hecha con todo el cariño, que acaba en risa o llanto de uno de los dos.
Me quedo, incluso, con el grito desatado porque nos hemos tocado las narices o, sencillamente, porque no estamos bien y en el otro encontramos una liberación.
Me quedo con el dolor dividido y la alegría compartida.
Con las llamadas, esperadas o no, y con esos pequeños instantes en los que surge una confesión que alivia nuestras cargas.
Con el brillo de los ojos cuando nos emociona la misma cosa,
con las reflexiones de “vamos a arreglar el mundo”,
con las peleas de “pero antes lo estropeo yo”.
Me quedo con los desayunos en la cocina de la calle Castillo, con los concursos del gracioso del mes, con los cánticos chirigoteros, con las coplas sevillistas…
Me quedo con tu serenidad cubierta.
Con tu sonrisa dispuesta.
Con tu forma de hacer reír para pedir perdón.
Con la lealtad a tus amigos.
Con tu manera de escucharme.
Con tus explicaciones pausadas, con tu enorme corazón.
Me quedo con la última noche, aquel viernes en nuestro pueblo, los dos solos, y con aquella conversación.
Mi hermano grandullón, que siempre nos ha cuidado.
Mi hermano pequeño, que ya está hecho un hombretón.
Te quiero.❤
Felices 40.